lunes, 15 de septiembre de 2014

Primeros pasos

Han pasado muchas cosas desde la última entrada que escribí... Pero para nosotros la más importante sin duda ha sido que pelotita por fin se ha animado a andar ella solita! :-)

Tras un mes de agosto en que parecía que se soltaría de un momento a otro, el momento elegido fue el pasado sábado 6 de septiembre. Estábamos en los columpios del jardín de casa y bajó su amiguita del piso de arriba. Su amiguita es 6 meses mayor que ella, así que se pega ya unas carreras de aupa! El caso es que esta vez parace que a pelotita le debió picar el gusanillo al ver cómo su amiga iba muy dispuesta de un lado a otro. Se puso de pie ella solita e intentó lanzar el pie hacia delante. Ahí se quedó la cosa. Cuando subimos a casa, papá pelotilla salió a correr (se ha vuelto runner ya lo contaré en otra entrada :-P). Pelotita repitió lo mismo que en los columpios pero en el pasillo de casa, esta vez se atrevió a dar un par de pasitos. Volvía sentarse y volvía a levantarse para intentarlo de nuevo. Consiguió dar unos 6 pasos ella solita, pero yo sólo conseguí grabarla dando 2 ó 3... jeje

Al día siguiente ya fue otra cosa. Estábamos en la cocina haciendo nuestro Máster Chef y empezó a precticar de un lado a otro. Parece que al ser un sitio más pequeño y tener más cosas dónde apoyarse le daba más confianza emprender las camintas! jeje.

Una semana después ya se está paseando por casa cambiando de habitación en habitación, eso sí parece salida de la noche de los muertos vivientes! jajaja.



En la foto las sandalitas con las que Inés ha dado sus primeros pasitos :-)

sábado, 23 de agosto de 2014

Y así es como ocurrió en realidad... (Parte III)

Tercera y última entrega de cómo transcurrió mi parto, capítulo Expulsivo.


Postura libre: como pasa en la Parte II, la epidural no me dio muchas opciones en este sentido. No se cerraba la puerta a la postura tumbada de lado, que según he conocido después, facilita las cosas en esta fase bastante más que la litotomía, que sólo se la facilita a los profesionales...

Maniobra de Kristerller: Sí señores, me llevé una maniobra de Kristeller como una casa... En el momento no me di cuenta, pero hubo un momento en el que la matrona me dijo, te voy a ayudar. Et voilà... Kristeller al canto.

Episiotomía: Cuando vi aparecer la tijerita casi me da algo... Recuerdo mirar a la matrona con ojos de corderito degollado y preguntar: ¿Es realmente necesario? Con un rotundo sí por respuesta... Me dijeron que habían sido sólo tres puntitos de nada... He tenido molestias hasta hace un par de meses y se me han pasado no de manera espontánea, si no acudiendo a una fisioterapeuta de suelo pélvico. Que cuando me vio la cicatriz me dijo que dudaba mucho que eso hubieran sido sólo tres puntitos y que vio que la rejita de nada encima estaba hecha en dos direcciones diferentes dependiendo del plano... Resultado, unos dolores terribles al tener relaciones.

Contacto piel con piel: esto sí que lo respetaron (más o menos porque se llevaron un minutillo a pelotita para el test de apgar y vitamina K).

Pinzamiento tardío del cordón: no lo recuerdo, la verdad... Pero no me suena que esperaran mucho en pinzar... Fueron más bien tirando a rápidos...

Creo que si no me hubieran puesto oxitocina, podría no haber recurrido a la epidural, si es que me hubieran ofrecido otro analgésico, claro... Sin epidural podría haber optado por una postura diferente a la hora del expulsivo y me podría haber ahorrado la episiotomía.

Como veis mi parto maravilloso, en cuanto a procedimientos fue en realidad un desastre que tuvo consecuencias unos meses después (dolor que no remitía con los meses). Durante un tiempo llegué a estar enfadada conmigo misma por haber permitido todo esto. Errores de primeriza que espero no volver a cometer... Hoy, ya recuperada gracias a mi fisio, puedo volver a recordar mi parto casi con la misma felicidad que en su día, sabiendo que no todo fue tan maravilloso e idílico como en su momento creí.

jueves, 21 de agosto de 2014

Y así es como ocurrió en realidad... (Parte II)

Sigo con el relato más realista de mi parto por si a alguna le puede ayudar. Ahora vamos a ver la ilustración de Dilatación del artículo mencionado del País (diario El País 25/03/2013).


Monitorización: me mantuvieron monitorizada durante toda la dilatación. Como digo pudo ser debido al estrés de pelotita y demás problemas (ver parte I).

Ambiente íntimo: muy conseguido, la sala me gustó mucho, muy acogedora y agradable. Un poco menos de luz no hubiera estado mal.

Tratamientos del dolor: no me dieron ninguna opción aparte de la epidural.

Dejar elegir postura: por supuesto la epidural anuló mis opciones en este apartado...

Epidural: lo dicho.

En resumen, creo que la monitorización en mi caso podía estar justificada. La epidural sin embargo se cargo el resto y yo diría que la oxitocina del primer capítulo es el origen real... Ya sé que yo elegí la epidural, pero a lo mejor si la(s) matrona(s) me hubieran dado alguna otra alternativa al menos para probar, podría haber sido diferente. Como digo es mi percepción, puedo estar equivocada... En el capítulo Dilatación ya empezamos a dejar de aceptar barco... 

miércoles, 20 de agosto de 2014

Y así es como ocurrió en realidad... (Parte I)

Recuerdo un anuncio de tv acerca del alcohol, por lo que supongo que sería del Ministerio de Sanidad o algo por el estilo. En el anuncio se veía una misma historia desde dos puntos de vista diferentes. En el alcohol así es como te ves tú y así es como te ven los demás. Me pareció un anuncio muy acertado en el tema del alcohol, pero hoy no voy a hablar de eso voy a llevar el mismo símil a mi parto. Vendría a ser algo así como: En mi parto así es como lo viví yo y así como ocurrió en realidad.

Antes del parto y debido a la baja tan larga que tuve durante mi embarazo, estuve leyendo e informándome un montón. Tenía claro que quería un parto respetado. Por eso en un primer momento elegí como hospital para dar a luz el Hospital de Torrejón. No es el que me toca por cercanía pero había leído en la Web muchos comentarios muy positivos y muy parecidos a lo que yo quería para mi parto. Además tenían una piscina de partos... Creo que ya he comentado en algún momento que soy muy de agua, así que esa era mi primera opción, dar a luz en la bañera del hospital de Torrejón. Cuando me dijeron las complicaciones que llevaba mi placenta y el riesgo de cesárea me entró el canguelo y me decidí por mi hospital de referencia, el Hospital de La Paz, que tiene muy buena fama en algunas cosas, aunque mala en cuanto al intervencionismo en los partos. No sé, me daba más seguridad... Ahora no voya  decir que fue un error, porque no sé cómo habría sido en otro sitio, pero sí que puedo decir que en mi próximo parto no quiero determinadas cosas que sé que muy probablemente tendré en La Paz...

Echemos un vistazo a un gráfico que he sacado de un artículo del periódico el País que fue publicado en el 2013 (el 25 de marzo para concretar) y que hace referencia a recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

El primer capítulo de esta serie va a ser el Ingreso, tal como dividían en el artículo.


Plan de parto: Yo hice el mío en su día. Al final no lo llevé... Culpa mía no del Hospital. Al próximo me lo llevo. 

Compañía: papá pelotilla asistió durante todo el parto, teniendo que salir en determinados momentos como los tactos, epidural, etc. Podemos decir que la recomendación se cumplió. No imagino poder hacer dado a luz sin él, me parece muy necesaria (por no decir obligatoria) la compañía de una persona a nuestra elección.

Tactos vaginales: me llevé unos cuantos. Desde que ingresé por sangrados hasta que di a luz calculo que unos 10. (Sin contar con los que me hacía la matrona residente para aprender, me pidieron permiso para cada uno de ellos, y me parece muy bien que se haga, personalmente estoy a favor del aprendizaje práctico y yo puse mi cuerpo a su disposición).

Beber líquidos: me lo prohibieron al ingresarme, me imagino que por el estrés de pelotita y la placenta cómo la tenía pensaron que tenía muchas papeletas de cesárea de urgencia. (Ya digo que me imagino...)

Enema: ni me lo mencionaron.

Rasurado: idem.

Oxitocina: me colocaron la oxitocina casi desde el minuto que me llevaron a la sala de dilatación.
Rotura de bolsa: no puedo decir qué hubieran hecho llegado el caso porque se me rompió sola (rotura de bolsa con aguas sucias si recordáis por Historia de un parto II).

Digamos que en el capítulo Ingreso, aceptamos barco... La oxitocina me la hubiera ahorrado, pero como llevaba tantas circunstancias adversas (pelotita estresada haciendo caca dentro, con varias vueltas de cordón, placenta previa marginal al borde, sangrados, etc) me dejé guiar por lo que me hacían los profesionales... 

domingo, 17 de agosto de 2014

Historia de un parto II

En el anterior post habíamos dejado a mamá pelotilla a punto de ingresar en La Paz por un inicio del trabajo de parto en que pelotita estaba un pelín estresada.

Nos pusieron en una habitación con dos camas y un par de sillones. Me enchufaron para seguir monitorizando el ritmo cardíaco de pelotita. Seguía bastante alto, así que por prueba-error encontramos la posición en la que ella parecía estar más cómoda. Cuando su ritmo se reguló un poco me dijeron que me desenchufaban que podía descansar en la postura que estuviera yo más cómoda. ¡Ja! Al poco de apagar la luz vino mi compi de habitación. Acompañada por marido y madre. A cuál más ruidoso... Marido se baja con su otro hijo, madre se queda con mi compi toda la noche. Un poco de cuchicheo entre nosotras para ponernos al día de nuestros historiales. Ella, rotura de bolsa, pero no terminaba de ponerse de parto... Estaba ya impaciente y no hacía más que decirles a las enfermeras que había roto ya aguas que para cuándo... jeje. No le quedaba ná... Pobre.

La madre no callaba ni debajo del agua. Intentamos dormir. Papá pelotilla parece que lo consigue en posición rara. Mamá pelotilla empieza a notar las contracciones. Intenta contarlas con una app en el móvil (debo ser palurda porque me sale un churro y dejo de contar).

La madre de mi compi le mete prisa al grito de:

  - Mira ella, con la bolsa intacta y ya tiene contracciones y todo ¿Tú para cuándo? - Señora, eso sí que es piscología y lo demás son tonterías...

No aguanto el dolor y me pongo de pie, parece que las contracciones las soporto mejor así...apoyada en la venta para que me dé fresquito cuando llega una. Papá pelotilla duerme un par de horitas.

A las 7, en una de mis visitas al baño veo que la sangre se ha vuelto un poco verde. Me vienen a la mente las clases pre-parto: Aguas sucias. Llamo a la enfermera y le cuento mis sospechas. Pasa de mi... Eso es la sangre. Gracias a mi cabezonería me gano un tacto. La enfermera confirma mi diagnóstico, he roto la bolsa y hay aguas sucias. Vamos que pelotita del estrés se ha he hecho caca dentro...

8:15 de la mañana. Dilatación: 1 cm. Madre mía, con lo que me duelen las contracciones ya... ¡Esto yo no lo aguanto sin epidural! No entraba en mis planes pero bueno... Papá pelotilla tenía orden de intentar disuadirme si pedía la epidural, pero llegado el momento no se atrevió. Me preguntó si estaba segura y le dije que más que nada en la vida... jeje.

Me despido de mi compi deseándonos lo mejor. Puedo notar en su cara la envidia y leo la decepción en la de su madre (qué prisas le estaban metiendo a la pobre). Entro en la sala de dilatación. Una sala preciosa. Se presenta mi matrona, que me avisa de que lo será sólo durante 15 minutos debido al cambio de turno. Pregunta por la epidural y le digo que sí. Me dice que si todo va bien, esa sala será también dónde de a luz a pelotita. Me gusta.

A las 9:30 me enchufan a la oxitocia. Pelotita está muy estresada y les preocupa. No me opongo.

Contracciones espantosas hasta que vienen a pincharme la epidural. Siempre he tenido mucho miedo de moverme en el momento del pinchazo, intento controlarme... Primer intento errado, segundo intento OK. Mmmm... Algo falla... Sólo noto dormido el lado derecho... Me dicen que si me pongo del otro lado la anestesia entra en el otro. No se equivocan.

Desde este punto (más o menos las 10:00, dilatación 2cm) es como si no estuviera de parto porque no me entero de nada... Dichosa epidural...

13:00 aprox. 8 centímetros. Vaya, sí que va rápido esto...

14:00 estoy completa. La llamada es a las matronas porque vomito. La matrona y su interna, me dicen aquello de "parto vomitado, parto terminado" (no tenía ni idea la verdad). Me dicen que ya tocan la oreja de pelotita ¡uf!¡qué nervios!.

  - ¿No has notado nada raro este rato?

  - Mmmm... Tengo ganas como de hacer caca.

  - ¡Bingo! Es casi la hora de empujar. Ve practicando unos cuantos pujos mientras tanto...

Dada la condición de la placenta y el estrés de pelotita, en este punto la sala empieza a llenarse... Aparece la gine joven de Historia de un parto I, un par de pediatras, no sé... tengo la sensación de estar en el camarote de los Hermanos Marx.

Las matronas me dicen que empuje con las contracciones, pero es que yo no las noto. Ellas entonces empiezan a avisarme de cuándo debo de empujar. Me siento muy rara... Yo empujando cuando me avisan, la gente y papá pelotilla animándome y diciéndome: más más que ya sale... Uf, es como una película en la que soy la protagonista inconsciente, ¡qué momento más surrealista! ¡Dichosa epidural! Después de 5/6 empujones sale pelotita (¡chúpate esa! matrona interna, ¿no decías que empujaba fatal?). La gine se va habiendo sido una mera espectadora y me felicita, le agradezco que haya confiado en mi capacidad natural de dar a luz...

Lloro de felicidad. Es tan pequeña y bonita y ¡cómo huele de bien! Me viene a la mente la canción del fallecido Antonio Flores, Alba. "Y no olvidaré, aquél olor a vida en tu piel. Nada más nacer" Cuánta razón, yo tampoco lo haré...

Después de llevarse un minuto a pelotita para el test de apgar, me la dejan y se engancha al pecho. La pobre venía con varias vueltas de cordón, normal que estuviera estresada. Me dicen que le han tenido que poner un pañal de inmediato porque no para de hacer caca. Me da la risa. Se vacía el camarote. Somos felices. La familia pelotilla se va completando.

Después de estar los tres solos durante dos horas que pasan tan rápido como dos minutos, nos suben a planta. ¡Premio! Habitación doble de uso individual, papá pelotilla tiene su propia cama (antes del parto estaba muy preocupado por eso... jajaja). Me sirven la merienda. ¡Qué hambre! Me siento estupenda. Como con fuerzas renovadas. Elimino la anestesia en seguida. Me siento poderosa. Descansada a pesar de llevar casi 48 horas sin dormir.

Y este es el relato de cómo viví el momento más importante de mi vida. Tu nacimiento pelotita. No fue hasta meses después cuando en mi mente se ensombreció un poco relato... Pero eso amigos, es otra historia.

sábado, 16 de agosto de 2014

Historia de un parto I

Hoy hace justo un año que me puse de parto. Todavía lo recuerdo como si hubiera sido ayer y me alegro de tener la oportunidad de escribirlo ahora, ya que si no creo que hay detalles que poco a poco se irán borrando o distorsionando por el paso del tiempo...

Es curioso cómo funciona la mente humana. Esa noche había soñado que me estaba bañando en un agua verde muy sucia. En cuanto rompí aguas sucias me vino a la mente la imagen del sueño y llegué a pensar en que habría sido un premonición y todo. Pero bueno, no adelantemos acontecimientos, vamos por pasos.

Esa tarde habíamos estado en la piscina con mi suegra. Nos estaba dejando en casa cuando empezamos a hacer un montón de planes para la siguiente semana. Teníamos que ir al Reina Sofía a ver la expo de Dalí, ir a tomar el aperitivo a la plaza de Santa Ana, y mil cosas más. Recuerdo que pensé, con tantos planes chulos y lo gafe que soy me da a mi que no llego al lunes con esta barriga...

Habíamos quedado con un amigo a cenar algo enfrente de casa, bajó papá pelotilla primero y yo me fui a casa a duchar (el gafe de hacer tantos planes con antelación me dejó con la sensación de que tenía que estar limpita por si las moscas...). Cuando fui al baño vi que había empezado a expulsar el tapón mucoso. Una sensación de euforia me invadió por completo. Cenamos tranquilamente. Sí recuerdo notarme rara durante la cena (eran más contracciones). Al despedirnos de nuestro amigo, le dije a papá pelotilla que había expulsado el tapón, que entrábamos en la recta final. Él se puso en plan preguntón...

   - Pero... ¿qué significa eso?, ¿cuánto queda entonces?

Yo prudente con las ilusiones de papá pelotilla, le dije que lo normal era que pasaran incluso días, pero que era un hito. (En el fondo sabía que no quedaban días, pero ¿y si me equivocaba? Pobre papa pelotilla ¡con lo impaciente que es!

Cuando llegamos a casa fui al baño de nuevo. Salí del mismo con un:

    - Papá pelotilla, coge la bolsa que nos vamos a La Paz. Estoy de parto.

Había empezado a sangrar bastante, pero estaba muy lejos de estar neviosa o preocupada... Al salir de casa nos miramos y sonreímos. Semanas antes había leído en la Web a una chica que antes de salir de casa sa había parado a pensar en que salían de su casa como una pareja y volverían a entrar en ella como una familia. Lo había comentado con papá pelotilla, y sé que en ese momento el mismo pensamiento cruzó fugazmente nuestras mentes.

El trayecto fue bien. Le dije a papá pelotilla que no hacía falta que corriera ni nada, que aunque sangrara estaba empezando el parto, no era nada inmediato. Así hizo. Llegamos con una tranquilidad pasmosa a urgencias de La Paz. Él me dejó en la puerta para que hiciera el triage y él se fue a aparcar. Me bajé con mi carpetilla y me senté en triage donde muy tranquila expliqué mi caso, que sabía que aunque no tuviera contracciones de parto todavía estaba ya sangrando, que si la placenta, blabla. Pasé a monitores donde resultó que ya tenía bastantes contracciones pero si digo la verdad a penas las notaba... Eran regulares, pero cada 8 minutos. Estaba a años luz de estar de parto-parto. Al salir de monitores me hicieron una exploración para comprobar que la placenta estaba bien a pesar del sangrado. Todo estaba estupendo, menos una cosa. Pelotita estaba estresada y tenía las pulsaciones muy altas. Me repitieron los monitores. Diagnóstico: ingreso hospitalario para asegurar el bienestar fetal. Si no me hubieran mandado a casa a seguir dilantando.

To be continued... 

lunes, 11 de agosto de 2014

Historia de un pre-parto

Se acerca el primer cumpleaños de pelotita y estoy empezando a recordar qué ocurría hace un año, cómo era mi vida, qué cosas hacía. Y qué mejor manera de recordar que escribiendo... Y qué mejor manera de empezar, que contando cómo fue mi embarazo... Para no aburrir mucho, de momento me voy a centrar en la recta final.

Mi embarazo no fue un embarazo malo del todo, sé que podría haber sido peor... pero estuve de baja desde las 28 semanas por contracciones tempranas y placenta previa. La placenta la tuve baja durante todo el embarazo, pero con eso que te dicen que luego suele subir, pues tampoco le di muchas vueltas al asunto... Lo malo llegó cuando no subió. En la semana 36 me hicieron la última eco y la ecografista fue tajante. Planceta previa oclusiva parcial, de marginal nada... Para ella era una cesárea sin lugar a dudas. Me quedé echa polvo la verdad. No esperaba cesárea, ni la quería por nada del mundo... Encima en mi hospital de referencia La Paz, como en la mayoría, no dejan entrar al padre en las cesáreas aunque sean planificadas, te separan del bebé durante mucho tiempo, etc.

Justo después de la eco, que fue un viernes por la mañana, nos íbamos de minivacaciones a Segovia a ponernos ciegos a cochinillo que mamá pelotilla tenía antojo! Os podéis imaginar el ánimo con el que afrontaba yo el viaje... Pero bueno, como soy bastante positiva, intenté centrarme en otras cosas y en que todavía me tenía que ver mi tocóloga el lunes.

El lunes la tocóloga me dijo que la fotografía y diagnóstico de la ecografista eran claros. Era una oclusiva parcial. Me hizo una eco en su aparato, que era bastante peor, ya que a ella, como a mi, le extrañaba que me hubiera pasado la placenta de marginal a oclusiva... En su eco no terminaba de verlo claro, pero tampoco me lo pintó tan negro... Me mandó a alto riesgo en La Paz para que ellos lo valoraran y empezara ya con monitores. Me dijo que allí me dirían si eran tan necesaria la cesárea o podíamos esperar al menos a que me pusiera de parto. Se lo tengo que agradecer la verdad, fue ella la que hizo que confiara en que no tenía por qué ser cesárea y gracias a eso luché después porque no lo fuera...

Llegué a monitores en La Paz en la semana 37. Todavía no tenía contracciones de parto. La ginecóloga que me atendió era una chica muy jovencita que me dijo que con el aparato de ecografía que ella tenía no lo terminaba de ver claro (me temo que no quería decidir ella ya que yo le había dicho que por nada del mundo quería cesárea). Me hizo un volante para eco en alto riego a la semana siguiente que tenía que volver a monitores. Con los resultados ya valoraríamos ya que si era cesárea había que planear para la semana 39 por el riesgo que supondría ponerme de parto si la placenta estaba tal y como la habían pintado inicialmente.

La semana 38 fui a monitores ya con alguna contraccioncilla más fuerte. La eco fue un poco rara... La de alto riesgo me dijo que por qué estaba yo allí, que nadie la había avisado ni tenía mi historia ni nada... Me hizo la eco aún así y me preguntó que qué quería saber la gine. Le conté lo de la placenta y me dijo que efectivamente estaba regular (no recuerdo ahora mismo la distancia). Lo que sí recuerdo es que le dije:

   - Pero ¿se puede parto vaginal? y me contestó: 
   - Hombre, está al límite...

Ella no lo sabía pero me había dado mi carta hacia la no-cesárea. Salí feliz. Le di el informe a la gine jovencita, que me preguntó que qué me habían dicho y yo le dije que me habían dicho que estaba al límite, que se podía vaginal (me la jugué un poco). Entonces ella me dijo que genial, que lo íbamos a intentar. Me había librado de una cesárea planificada ¡no me lo podía creer! Me dio cita para los siguientes monitores y por si acaso me avisó, que sangraría con las contracciones de parto, que no esperara a que aumentaran ni narices, directa al hospital. En aquel momento no lo sabía, pero me quedaban menos de 3 días para verme en esa situación...

martes, 5 de agosto de 2014

Semana Mundial de la Lactancia

Esta semana se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, así que el post de hoy lo voy a dedicar a contar un poco los duros orígenes nuestra lactancia. Al decir nuestra incluyo a la familia pelotilla al completo, papá pelotilla, mamá pelotilla y pelotita incluidos.


Tal como muestra el logo de lactancia, que personalmente me parece muy acertado, la lactancia no sólo es cosa de dos. Madre y bebé necesitan el apoyo de una tercera persona, que en nuestro caso está claro que es papá pelotilla.

Nuestra lactancia no fue fácil al principio. Pelotita al nacer (y sospecho que dentro de la tripa también) era muy dormilona, en el hospital me hacían despertarla porque se quedaba grogui todo el rato. Perdió mucho peso el primer día y aunque ya al alta parecía que la pérdida era menor, seguía habiéndola. Los siguientes días fueron una pesadilla constante de básculas y comentarios de suegra. Pelotita no ganaba demasiado peso, iba muy despacito. Yo había notado la subida de la leche a los tres días, pero poco a poco el pecho dejo de hincharse, hasta que una noche lo noté tan vacío que pensé que se me había cortado la leche.

Si tuviera los conocimientos que tengo ahora no habría dejado que las dudas se instalaran en mi cabeza de esa manera. Pero no hay como una suegra y una pediatra pro-biberón, una niña delgadita y unos padres primerizos, para acabar con una lactancia. Por eso creo que son tan importantes los grupos de apoyo y poder hablar con gente que sepa del tema de verdad. Sorprende que algo tan natural y antiguo pueda ser tan desconocido por una sociedad con tanta información disponible como la nuestra...

Volviendo a aquella fatídica noche. Recuerdo que mandé a papá pelotilla a la farmacia de guardia a por leche de fórmula y un biberón. Yo me quedé en casa llorando como una Magdalena por mi lactancia fallida (creo que tampoco es justo que las madres nos pongamos tanta presión encima, pero eso es otro tema). Pelotita se zampó su primer bibe de leche un poco reacia al principio, pero a buen ritmo al final. A la mañana siguiente teníamos cita con la matrona y con la pediatra.

En la cita con la matrona, ésta me preguntó que qué tal la lactancia.

   Conteniendo las lágrimas le digo que me he quedado sin leche...

   A ver... Me dice. Me aprieta el pezó y sale un chorro.

   Pero qué dices, ¿cómo que te has quedado sin leche? y ¿eso entonces qué es? 

   Pero... si se me han vaciado los pechos... Le digo ojiplática perdida.

   Nada que ver... Eso es porque la producción se está ajustando y generas lo mismo que consume, no en exceso. Ponla al pecho con más frecuencia. Concluye.

Feliz salgo a contárselo a papá pelotilla que estaba aparcando. Vamos a la pediatra encantados... La pediatra viene a aguarme la fiesta... La niña gana poco peso... Solución: 10 minutos a un pecho, 10 minutos a otro y después 100 ml de leche de fórmula, eso cada 3 horas.

Señores, si hubiera hecho lo que la pediatra me dijo y no lo que la matrona me aconsejó, probablemente nuestra lactancia hubiera durado muy, muy poco... Pero no fue así. Papá pelotilla confió en mi y yo en mi instinto y hoy casi un año después, nuestra lactancia es un disfrute y pelotita está sanísima, no se ha puesto mala ni una sola vez. Por eso nos felicito en la semana mundial de la lactancia: felicidades familia pelotilla. 

lunes, 4 de agosto de 2014

Cine de verano

El sábado fue día de cine de verano. Cuando nos mudamos una de las cosas que nos enamoró de la casa fue la terraza. Es una terraza de unos 7m2, más que suficientes para el uso que queríamos darle. Recuerdo que en la anterior casa siempre pensábamos... Si tuviéramos terraza, estas cañas nos las estaríamos tomando allí y no en esta terraza por 5€...

La gente siempre te dice que no la vas a aprovechar tanto como piensas. En nuestro caso no podían estar más equivocados.... Hemos plantado tomateras, de las que ya hablaré otro día puesto que son un  miembro más de la familia pelotilla. Hemos comprado un par de sillas, ninguna cosa demasiado glamurosa, son de plástico, pero con sus cojincitos dan el pego. Hemos comprado dos mesitas bajas a juego con las sillas, que sirven tanto de reposapiés como de mesas de aperitivo. Pero sin duda la funcionalidad que más ansiábamos tener nos la da la mesa de tv del salón.

La compramos mucho antes que el resto de muebles de la terraza. Sólo teníamos un requisito, tenía que tener ruedas. Bueno, dos, también tenía que ser blanca, pero eso es otra historia... Que ¿para qué las ruedas? Pues muy simple, para poder girar fácilmente la pantalla y que se pueda ver desde la terraza en un improvisado cine de verano.

Uno de los recuerdos de mi infancia que conservo con más nostalgia es el de los cines de verano que organizaba mi madre. Sacábamos la tv en su mesa de rueditas hasta la cocina para poder verla desde el jardín. Allí veíamos una película con palomitas, pipas o los tradicionales altramuces de cine de verano. Me encantaba. De hecho lo seguimos haciendo hasta bien mayores. Mi hermana pequeña hasta el último verano de mi madre.

Por eso cuando vimos la terraza de casa lo vimos muy claro: cine de verano. No hay nada más agradable que ver una buena peli al fresquito. Ocho meses después hemos empezado la temporada. Con pelotita no creaís que es fácil... Para ella salir a la terraza es la juerga. No para de arrancar plantas y comer tierra (pobre aloe vera, está machacado). El domingo en el pañal tenía la caca llena de cosas negras... Me quedé pensando... y ¿qué ha comido esta niña para sacar la caca así? Ahá, tierra. (Mamá pelotilla detective) ¡Madre mía, sí que ha debido de tragar tierra para que salga así en el pañal!

La programación del sábado era de total actualidad para la familia pelotilla.¿Adivináis cuál era la temática? ¡Efectivamente! Una peli de chefs (no podía ser de otra cosa, nos tragamos hasta Masterchef Australia... Sin comentarios...) La película era: El chef, la receta de la felicidad. He de decir que es divertida y además no muy larga, ideal para papá pelotilla que no es muy cinéfilo. Sólo aguanta sin quedarse dormido El Padrino. No hace más de tres meses que acabamos de ver la trilogía, aún así cuando dijimos de hacer sesión de cine, su primera elección fue esa... ¡Seguro que en la temporada de cine de verano vuelve a caer la reposición!


En la foto nuestra querida mesa de ruedas. La única pega que le pongo es que pelotita ahora la usa de escalera... Os podéis imaginar el resultado, ¿no?

miércoles, 30 de julio de 2014

Dientes, dientes, que es lo que les jo**

Hasta los 9 meses no le empezaron a salir a pelotita sus primeros dientes. Empezó a emerger el incisivo derecho de abajo y al poco se animó el izquierdo. Desde entonces han ido a toda máquina y pelotita tiene ya la friolera de cinco dientes. Sí, ya sé que es normal, pero es que han ido taaan rápido que no deja de sorprenderme. Eso como el hecho de que una de las paletas de arriba, la izquierda siga dormida y sus compañeros de la lado ya se hayan espabilado. Miras a pelotita y da la sensación de que ya haya tenido la primera visita del Ratoncito Pérez.

La verdad es que pelotita está graciosísima con su dientitos. Parece que haya dejado de ser bebé y todo... Intenta morderlo todo. Me imagino que debe ser una experiencia tan novedosa para ella que debe estar flipando. Pobres pezones... Miedo me da... Recuerdo a una pelotita desdentada tirando de ellos con fuerza, Dios mío, como haga lo mismo con dientes ¡me muero!

Tengo una amiga que destetó a su hijo cuando le salieron los dientes, que fue tempranito, sobre los 6 meses, porque decía que era insufrible. Yo ni me lo había planteado hasta el otro día, que me desperté con herida y todo. Me acordé de los inicios de la lactancia en los que ni pelotita ni yo sabíamos bien cómo engancharnos... ¡Las grietas que tenía! Llegamos a incluso a ir a urgencias porque pelotita regurgitaba con un poco de sangre:

    Pringados primerizos, debieron pensar en La Paz...
    
    - Señora, ¿tiene usted alguna grieta por pequeña que le parezca? - Me redirigen a mi matrona para que nos enseñe bien el agarre, que allí son pediatras y de eso no enseñan (¿sabrán?).

Llamada al centro de salud. Hasta el lunes nada... Es viernes ¿qué pretenden que haga hasta entonces? Papá pelotilla va a la farmacia a por una pezonera para aliviar el dolor mientras tanto. La historia de las pezoneras es otra historia para no dormir que ya os contaré otro día...

La relación con mi matrona no es la mejor. Así que autodidacta y cabezota por naturaleza me documento en la red y en Un regalo para toda la vida. Después de mirar y mirar por todas partes y a base de prueba y error parece que el agarre mejora y que mis pezones consiguen un poco de tregua. Destierro de la pezonera y por fin bienvenida a la lactancia. Toda una experiencia que espero no olvidar para futuros vástagos pelotillas.

lunes, 28 de julio de 2014

And the winner is...

Ya tenemos ¿justa? ganadora de la primera jornada de Masterchef Casero: Mamá pelotilla.

Al final hubo un cambio de planes y papá pelotilla presentó su plato el sábado a la hora de la comida, recibiendo un 8,5 por parte del jurado, que en este caso sólo fue mamá pelotilla porque pelotita después de una dura jornada piscinera no estaba para historias. Su elección fue "Crepe de champiñones y queso en salsa". Estaba realmente rico.


El domingo para comer fue el turno de mamá pelotilla. Pelotita tampoco formó parte del jurado porque a esa hora estaba ya pasada de rosca y se enganchó a la teta directamente sin siquiera echarle un vistazo al plato. Como era de esperar, papá pelotilla en su condición de pelotilla, puntuó el plato con 8,75, lo justo para que el plato de mamá pelotilla ganara (y eso que estaba pelín soso). Mi elección en este caso fue "Pollo con verduritas al curry". Como digo, aunque estaba rico, quedó un poco soso...


Como podéis ver el emplatado no es el fuerte de la familia pelotilla... Es un emplatado más bien tirando a cutrecillo. No querría escuchar los comentarios del jurado del Masterchef Oficial... jeje.

Consideraciones para futuras ediciones: El jurado no va a desvelar su puntuación hasta el útlimo día, así nos ahorramos pucherazos.

Lo que no os voy a contar cómo quedó la cocina después de cada plato, que esto es un blog para todos los públicos... Eso sí, la experiencia de 10. Repetimos.

viernes, 25 de julio de 2014

Masterchef casero

Papá pelotilla y yo de vez en cuando tenemos ideas rocambolescas como la que os voy a contar hoy. Hay veces que quedan en simples ideas y otras que sí que llagan a materializarse. La que ocupa el tema del post de hoy está todavía en el aire, el lunes os contaré si llegó a tierra o se quedó en el imaginario de la Familia Pelotilla...

La primera edición de Masterchef nos la perdimos por completo. No somos muy de modas y la verdad es que no nos enteramos de nada de lo que se cuece en el momento. Si a eso le sumas que tele en directo vemos poca, poca, pues llegó una quedada de amigos en la que todo el mundo hablaba de Masterchef y nosotros nos mirábamos con cara de bobos como si hubiéramos pasado meses en la Sabana lejos de la realidad nacional. El caso de Masterchef nos sorprendió más si cabe porque somos un poco cocinillas y muy criticones, combinación idónea que podía hacer que el concurso que nos encantara... Encima a eso habría que sumarle que había un conocido entre los concursantes, que siempre hace que el morbillo de ver este tipo de realities sea un poco mayor, ¿no?,

Llegó la segunda temporada y por pereza nos la estábamos empezando a perder de nuevo, hasta que un día nos dio por ahí y la empezamos a grabar. Eso sí, cada capítulo nos duraba ¡2/3 días! Cosas de tener niños, ¿verdad?. Bueno, no me enrollo más que el tema de este post no es Masterchef aunque no lo parezca por el título... El tema del post son las ocurrencias pelotilleras que surgen de cuando en cuando en el hogar de los pelotillas.

La ocurrencia para este fin de semana la ha originado papá pelotilla, que es el más cocinillas de todos, yo a decir verdad no tengo ningún dote ni gusto por la cocina, a excepción de los postres claro, que por lo golosa que soy me encanta cocinarlos... Se trata de organizar un Masterchef casero con unas normas un poco especiales. Cada uno elige un plato sorpresa y un momento para presentarlo. No voy a decir qué plato he elegido por si papá pelotilla pasa por el blog, pero sí puedo decir que he elegido el sábado para comer y como excepción he decidido no cocinar un postre (Hay que ver el poder de persuasión que tiene la televisión!) Papá pelotilla por su parte se ha pedido el sábado para la cena, lo que me hace pensar que debe haber elegido un plato más bien ligero (cosa que por otra parte me extraña!).

El jurado seremos la familia pelotilla al completo, siempre que la comida elegida sea "apta" para pelotita, que por otra parte puede ser que de el voto del desempate y todo!

El lunes os contaré con qué suculentas recetas nos hemos encontrado, si es que, como empecé escribiendo, la idea termina por pasar del escenario imaginario pelotillero al terrenal.

miércoles, 23 de julio de 2014

Marchando una de equilibrios malabares vacacionales

Lo más raro de las vacaciones en familia es cómo a veces se vuelven tan complicadas de organizar... Y esto nos ha empezado a pasar desde que ha nacido pelotita. Antes de que naciera pelotita, nadie se molestaba si no ibas a pasar las vacaciones con él, cada uno hacía lo que le parecía, nos veíamos un par de veces y todos felices. Pero amigos, ese tipo de vacaciones tenían los días contados... Ahora somos super populares y todo el mundo quiere que pasemos las vacaciones con ellos. Por todo el mundo entiendo las respectivas familias políticas de papá pelotilla y mamá pelotilla claro está, que tampoco es que tengamos una it-girl por hija!

Cómo iba diciendo, el verano pasado nadie contaba con nosotros para sus vacaciones, pero la presencia de pelotita lo ha cambiado todo. Yo no es que esté en contra de las vacaciones en plan comuna hippie, me encanta que pelotita disfrute de la compañía de otros miembros del clan, pero el caso es que a mi también me apetece que la familia pelotilla disfrute de un periodo vacacional a su bola y en la intimidad familiar. Sí, ya sé lo que estaréis pensando... Acabamos de volver de de unas mini-vacaciones los tres solos... Pero es que esas no cuentan para mi propósito porque no han sido vacaciones rutinarias. Vamos que lo que quiero es estar sin hacer ni el huevo rodeada de pelotillas y vaguear y descansar lo que nos de la gana en un ámbito más íntimo y familiar. En resumen, que me da lo mismo no salir del hogar pelotilla a más de 1 km a la redonda, pero me apetece estar en recogimiento y con una rutina de esas tranquilas y apacibles como es la de despertarse, desayunar tranquilamente, vaguear un rato ya sea en la piscina o en casa, comer, echar la siesta, más piscina o césped, tomar algo en la terraza de casa o en una del barrio, etc. Como veis no pido mucho...

Que ¿qué nos impide llevar a cabo nuestros deseos? Pues que el resto del clan este año quiere disfrutar de la compañía de su nieta. Normal por otro lado... Pero es que nosotros también queremos disfrutar de esta compañía, que todos sabemos que en medio de la rutina laboral del resto del año no se disfruta de la misma manera, aunque sólo sea por el nivel de descanso y relajación que tiene una...

La solución: hacer malabares para conseguir tener un poco de todo e intentar tener más o menos contento a todo el mundo, teniendo en cuenta que hay miembros del clan más exigentes que otros, ¡claro está! Pero nuestras intenciones son buenas... Así que compaginaremos momentos de esparcimiento personal-familiar con momentos de comuna hippie. A ver qué tal sale el experimento... En cualquier caso, pase lo que pase, al final se traducirá en más experiencia para saber manejar las mismas circunstancias en años venideros... ¡Aquí el que no se consuela es por qué no quiere!


lunes, 21 de julio de 2014

Minivacaciones

Después de una semana de vacaciones hoy hemos vuelto a la realidad del día a día, que aunque no diría que es cruda, tampoco diría lo contrario.

Ha sido una semana muy intensa porque hemos ido viajando de una punta a otra de España. Ha sido un viaje precioso en todos los sentidos. Da gusto tener un país con tanta variedad cultural, culinaria, paisajística y folclórica. ¿No os parece? En tampoco tiempo hemos ido de sur a norte parando cada poco y probando de aquí y de allí. Haciéndose más latente esta diversidad y pudiendo disfrutar de la misma de una manera más corta pero más intensa si cabe. 

También ha sido toda una experiencia familiar, ya que era el primer viaje tan largo que hacíamos con pelotita, que he de decir que se ha portado como una auténtica campeona. Sé que llegarán los días en los que eche de menos las siestas de horas que se echa en el coche y en el que no se separe de la tablet durante todo el trayecto... Pelotita entra en el coche un poco reacia, la "engaño" con algún juguete que lleve tiempo sin ver y para cuando se quiere dar cuenta el coche está marcha y se le empiezan a ir los ojos hacia atrás en plan levitación. No falla, se queda frita. Lo malo, pues que los que no hemos podido echar ni una sola siesta hemos sido el resto de miembros de la familia pelotilla... Pero claro, ¡cómo se iba a querer dormir más rato la pobre! No la culpo la verdad, peor sería que pasara el viaje a disgusto, que no hay nada peor que ir en coche con un niño llorando al que no poder consolar... Yo he llegado a hacer auténticas labores de contorsionismo con el coche en marcha para poder pasarme al asiento de atrás y conseguir sacarme la teta para que se consuele con ella. Todo un panorama para el que lo vea desde fuera como os podéis imaginar...

El mejor descubrimiento para ella ha sido el agua del mar y eso que era agua del mar Cantábrico que caliente lo que se dice caliente no es... Pues estaba feliz, de mi mano intentando dar unos pasos gigantes (me imagino que por la sensación de ingravidez que provoca el agua por que otra explicación no encuentro para tan divertida estampa jaja).

El tema de los baños en el mar ha ido bien, pero el de los baños en bañera/lavabo/ducha ha sido una pesadilla como las que llevamos viviendo hace ya un tiempo. Con la diferencia de que era más necesario que nunca el baño por la cantidad de arena que pelotita llevaba pegada al cuerpo. En fin, que hemos hecho lo que hemos podido! Seguro que no nos iban a dar un premio a las más limpias...

Esta mañana la he vuelto a dejar en casa, con mi más profundo pesar y su más sentido llanto. Afortunadamente en un par de semanas tendremos tiempo para volver a repetir experiencia, esta vez de manera más estática y como dice papá pelotilla con rutina veraniega.

jueves, 10 de julio de 2014

Mamitis

Pelotita tiene mamitis o eso es lo que la gente dice... Pero, ¿qué es la mamitis? ¿Es algo malo? ¿Se supone que es mejor que mi hija no sienta ningún tipo de apego por mi? ¿O es que tiene que sentirlo por otros? Si soy yo la que me despierto por la noche con ella, la que comparte su pecho con ella, la que duerme a su lado, la que la baña, la última cara que ve cuando se duerme... ¿Se supone que sería normal que no tuviera "mamitis"? Me parece a mi que hay mucha gente que tiene memitis y yo no les voy señalando por la calle...

Toda esta reflexión viene a cuento por una situación que se dio el otro día y estoy convencida que es harto conocida por muchas...

Estábamos tomando algo con la familia de papá pelotilla. Estaban su madre, su hermano, y su hermana con sus hijos. Eran las 20:00 de la tarde y pelotita, que ese día no había dormido siesta, estaba hasta las narices de todo (y de todos). De repente la coge en brazos mi suegra y pelotita se pone a llorar desconsolada. La cojo en brazos yo y se calma. (El sentido común me dice que es lo más normal del mundo, pero claro es el menos común de todos los sentidos).

- Vaya mamitis que tiene esta niña, ¿no? - Dice mi cuñada, madre de dos.

- Uy, ¿y sabes que todavía mama? - Añade mi suegra.

- ¿Qué dices? - Dice mi cuñada con cara de haber visto un perro verde. 

Cruce de miradas entre ellas. Cara de póker de mamá pelotilla, que no sé por qué no dice nada... Bueno ¡qué narices! sí que sé por qué... Al tratarse de familia política siempre es más fácil contener el tipo de sentimientos que afloran en situaciones como esta.

Ya veís... Al parece pelotita tiene "mamitis" y muy probablemente tenga que ver con el hecho de que, casi con un año de edad, siga mamando. Ese es el diagnóstico. Mamitis. Por lo menos no es aguda...

Le pese a quien le pese pelotita va a seguir mamando hasta que ella y yo queramos. Lo malo vendrá cuando ella entienda lo que dice la gente y haya alguien con memitis que le diga que es muy mayor para teta, que es una porquería, bla,bla... 

martes, 8 de julio de 2014

Noches toledanas

Normalmente el sueño de pelotita llega una hora en la que se vuelve ligerito, hasta ahí bien, no me puedo quejar... Lo malo llega los días en que el sueño es ligero toooda la noche.

Veréis. Antes de que naciera pelotita no entraba en mis planes compartir cama con ella... Incluso le habíamos comprado una cuna en Ikea (afortunadamente compramos la barata). Ya en el hospital me di cuenta de que lo más fácil era tenerla en la cama conmigo, aún así al llegar a casa había partes de la noche que dormía en su moisés. Recuerdo que hasta hubo una época en la que dormía toda la noche del tirón. Sí, sí. DEL TIRÓN. Y es niña de teta...

Con tres/cuatro meses pelotita se dormía en la teta, yo la dejaba en su moisés y seis o siete horas después una feliz mamá pelotilla la metía en la cama con ella. Pero cuando cumplió cinco meses todo cambió... (Hemos llegado a la conclusión de que presumir demasiado de niña hizo que las energías envidiosas de otros padres ojerosos hizo que la tortilla se volviera del otro lado.) El caso es que la niña que dormía seis horas seguidas se fue y llegó pelotita-demanda-teta-a-todas-horas. Literamente a TODAS LAS HORAS. (Creo que el hecho de que me incorporara a la vida laboral también pudo influir... )Me imagino que piensa que tiene que aprovechar la teta todas las horas que pueda y no la culpo! Es su manera de decirme lo mucho que me echa de menos durante el día (bueno, a mi y a la teta... No me quiero dar tanta importancia).

Bueno, dejando a un lado los añoros del pasado... Pelotita se duerme a la teta, se queda profundamente dormida pero como intuya que la dejas en el colchón de su cuna... Y eso que compramos el colchó bueno de Ikea, el de látex... Pues nos ha salido una autética catadora de colchones porque al parecer saber diferenciar perfectamente entre el látex de su cuna y la viscolástica de mi cama! Así que lo que hacemos cada noche es ver la tele la familia pelotilla al completo, eso sí pelotita plácidamente dormida en brazos de mamá pelotilla. Cuando llega la hora nos vamos los tres a la cama y tan felices. A la mañana siguiente en cuanto mamá pelotilla se mete en la ducha, pelotita está en pie.

La primera mitad de la noche siempre es la mejor... No sé si es por qué estoy tan profundamente dormida que no me entero de si pelotita mama o no mama. Luego ya la cosa cambia y se despierta a cada rato buscando teta como poséida. Así que digamos que la segunda mitad es divertida. Las noches como hoy, auténticas toledanas, no se distigue entre primera mitad y segunda mitad, va todo en el mismo saco y, para mi desgracia, se parecen más a la segunda mitad de las noches normales de lo que me gustaría... Me despierto con el pecho casi vacío y me cuesta horrores sacarme la leche del biberón mañanero que pelotita toma cuando no estoy en casa.

Pues estas son mis noches toledanas, y llevo dos seguidas... ¿Habrá una tercera?


viernes, 4 de julio de 2014

Pelotita mugrienta

Desde hace unas semanas pelotita es otra en el momento del baño, perece que nos la han cambiado. Nunca ha sido una niña muy entusiasmada con los baños ni con el agua, pero hasta hace un mes lo pasaba bien en la bañera. De un día para otro es sentarla en la bañerita y ponerse de pie a llorar para que la saque.

He probado casi de todo. He cambiado su bañerita por la bañera grande, me han dejado asientos de bañera, le he metido en el agua juguetes que en seco le encantan, incluso me he metido con ella dentro, pero nada... No hay manera, se pone a llorar desconsolada e intenta salir de la bañera.

Recientemente hicimos un viaje y pasamos un par de noches en un hotel. Como no estaba dispuesta a dejar sin bañar a pelotita más de dos días, pensamos en meterla en el bidé. Un agua rápido y listo. Así que allí estábamos papá pelotilla y yo preparadísimos para el baño de pelotita. Abro el grifo, compruebo durante un rato la temperatura del agua que sale y cuando por fin está adecuada, papá pelotilla sienta a pelotita dentro del bidé. Mmmm... Parece que a esta niña le gusta el baño en el bidé... Lástima que en casa no tengamos... Es lo que estaba pensando justo cuando pelotita empieza a llorar como si no hubiera mañana. La saco corriendo y entonces me doy cuenta de que por un segundo ha habido un cambio brusco de temperatura que casi abrasa a mi pequeñina! Madre mía... qué susto! Cómo puedo ser tan mala madre... pienso. La hemos hecho buena... Justo lo que le faltaba a pelotita para terminar de aborrecer el momento del baño.

Yo soy muy del elemento agua... hasta cuando me quedé embarazada quería dar a luz en bañera (en otro post explicaré por qué finalmente no pudo ser). Alta y torpe por naturaleza mi falta de habilidad fuera del agua es proporcional a mi habilidad dentro de ella. Cuando era pequeña y soñaba con que me perseguían los malos, consciente de mi torpeza sobre la tierra, yo huía nadando a braza por el aire... Con tanto amor por el agua mi idea era convertir en pupila a mi retoña, pero después de lo acontecido en el bidé y su desamor por el baño, no tenía ninguna esperanza en que pelotita aguantara en la piscina ni un segundo... Sorpresa la mía cuando en ese mismo viaje, la meto en la piscina del hotel y disfruta más que su madre! Me puedo quedar tranquila, si no arreglamos su aversión por la bañera siempre me quedará la piscina... Eso sí, mientras dure el verano... en invierno tendremos una pelotita mugrienta.

jueves, 3 de julio de 2014

Jugando con pelotita

Pelotita se caracteriza desde que empezó a jugar por jugar como le da la gana. Esto que dicho así parece una obviedad, no lo es tanto si nos paramos a pensarlo... ¿Cuántas veces habéis intentado que vuestros hijos jueguen con algún juguete en concreto?¿De una forma determinada? Dicho de otra manera, ¿cuántas veces habéis intentado dirigir el juego de vuestros hijos? Es algo que podemos llegar a hacer incluso sin darnos cuenta.

No es que nunca haya intentado dirigir su juego (la verdad es que a estas alturas ya no lo recuerdo) es que ella tampoco ha dado pie a ello. Al principio me fastidiaba un poco porque veía a otras madres con sus criaturas super concentradas jugando a hacer la pinza metiendo y sacando cositas minúsculas de unos tarritos enanos. Pelotita sin embargo no llega a encontrarle la gracia a eso, ella prefiere moverse libre y hacer lo que le da la gana, que la pinza ya la practica ella cogiendo trocitos de comida que me roba del plato. A mi como os podéis imaginar, me parece perfecto, no sólo por mi condición de pelotilla, si no porque creo que el juego siempre debe ser libre, nunca guiado y si a mi pelotita no le apetece jugar a algo no voy a ser yo (ni nadie) quién se lo imponga.

Su juego se reduce a que ella rebusca por todo el salón sacando los objetos que le da la gana, va de una lado a otro buscando cosas nuevas y al final deja el salón de casa como las películas esas de espías en las que están buscando un código secreto por toda la casa. Pues pelotita es la espía más incompetente de todo el planeta porque día tras día remueve el salón de pelotilla's palace para encontrar el ansiado código y nada... Lejos de ser un juego aburrido, le ha permitido aprender a dominar el gateo estupendamente, a atravesar obstáculos, a levantarse y dar pasos de un sitio a otro (apoyada de momento) y sobre todo a ser la niña más feliz del mundo cuando descubre los DVDs por enésima vez y se dedica a ir sacándolos de uno en uno de su estantería. Vamos que sin haberlo programado así, al final juega al más puro estilo Emmi Pikler. Lo que ya es otra historia es cómo me deja el salón... Pero eso al final es secundario... 

Presentando a la familia pelotilla

Soy orgulloso miembro de la familia pelotilla. Familia, que como cualquier otra, nació siendo sólo dos y de momento va por tres. Ser pelotillas para nosotros surgió de la "necesidad" de llamar de alguna manera a la relación cuando en los comienzos no quieres (o no te atreves) a darle un nombre a esa relación que está empezando a surgir (cosas de la vida moderna y el miedo al compromiso! Qué os voy a contar...). Por qué pelotillas, por lo pelotas que siempre hemos sido tanto papá pelotilla, como yo misma, mamá pelotilla, el uno con el otro y desde el principio de los tiempos. Comentarios como:

 - Papá pelotilla: "Mamá pelotilla es la mujer más guapa del mundo, más que las top models"
 - Mamá pelotilla: "¡Anda ya pelotilla!" (Saliendo en la tele Adriana Lima) "¿Más guapa que ella?"
 - Papá pelotilla: "Mil veces más. De verdad pelotilla, no sé qué crees que tiene ella que no tienes tú..."
 - Mamá pelotilla para sus adentro piensa... 90, 60, 90; 10 kg menos, unos ojos de escándalo; ¿quieres que siga o ya te vale? Pero se queda orgullosa pensando que para papá pelotilla es mejor que Adriana Lima o el Ángel de Victoria's Secret del momento... :-)
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La cosa, como digo, también ocurre a la inversa:
  - Mamá pelotilla: "Papá pelotilla es el hombre más guapo y atractivo del mundo"
  - Papá pelotilla: "¡Pero mira qué barriga tengo! ¿No preferirías a un cachas de esos?
  - Mamá pelotilla: "¡Pero qué dices! A mi no me gustan los hombres con músculos..."
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Y no sólo nos pasa con el físico, con cualquier cosa que hagamos, ya sea de cocina, en el trabajo, lo que sea... Así que cuando nació pelotita, no iba a ser menos... Se convirtió al instante en la niña más guapa del mundo y esta vez, para más inri, con la coletilla: objetivamente. He de decir que los comentarios de las enfermeras de que era el bebé más guapo de toda la planta tampoco nos ayudó mucho... ¡Lo que nos faltaba a los pelotillas! Objetivamente, pelotita nació preciosa, nada arrugada, con la cara redondita, rosadita y con unos ojos enormes y abiertos.

Pues esos somos nosotros. Papá pelotilla, que no es porque sea mi marido, pero es el hombre más estupendo del mundo (¡lo siento chicas, me lo quedé yo!), pelotita, que es la niña más guapa y maravillosa del mundo y yo, mamá pelotilla, que como poco más guapa que el Ángel de turno soy!

Ya en petit comité y dejando de un lado mi condición de pelotilla, he de decir que, como mi nombre dice, soy una mamá cualquiera, de esas que te puedes encontrar por la calle porteando, amamantando, cantando, durmiendo, jugando, en definitiva criando a sus bebés (y no tan bebés). De esas que hace tiempo dejamos las alas colgadas porque casi no tenemos ni un minuto para nosotras mismas porque entre trabajo, bebé, casa, no tengo tiempo ni de depilarme las cejas... Afortunadamente dí con un pelotilla al que no le hace falta que me las ponga...