martes, 8 de julio de 2014

Noches toledanas

Normalmente el sueño de pelotita llega una hora en la que se vuelve ligerito, hasta ahí bien, no me puedo quejar... Lo malo llega los días en que el sueño es ligero toooda la noche.

Veréis. Antes de que naciera pelotita no entraba en mis planes compartir cama con ella... Incluso le habíamos comprado una cuna en Ikea (afortunadamente compramos la barata). Ya en el hospital me di cuenta de que lo más fácil era tenerla en la cama conmigo, aún así al llegar a casa había partes de la noche que dormía en su moisés. Recuerdo que hasta hubo una época en la que dormía toda la noche del tirón. Sí, sí. DEL TIRÓN. Y es niña de teta...

Con tres/cuatro meses pelotita se dormía en la teta, yo la dejaba en su moisés y seis o siete horas después una feliz mamá pelotilla la metía en la cama con ella. Pero cuando cumplió cinco meses todo cambió... (Hemos llegado a la conclusión de que presumir demasiado de niña hizo que las energías envidiosas de otros padres ojerosos hizo que la tortilla se volviera del otro lado.) El caso es que la niña que dormía seis horas seguidas se fue y llegó pelotita-demanda-teta-a-todas-horas. Literamente a TODAS LAS HORAS. (Creo que el hecho de que me incorporara a la vida laboral también pudo influir... )Me imagino que piensa que tiene que aprovechar la teta todas las horas que pueda y no la culpo! Es su manera de decirme lo mucho que me echa de menos durante el día (bueno, a mi y a la teta... No me quiero dar tanta importancia).

Bueno, dejando a un lado los añoros del pasado... Pelotita se duerme a la teta, se queda profundamente dormida pero como intuya que la dejas en el colchón de su cuna... Y eso que compramos el colchó bueno de Ikea, el de látex... Pues nos ha salido una autética catadora de colchones porque al parecer saber diferenciar perfectamente entre el látex de su cuna y la viscolástica de mi cama! Así que lo que hacemos cada noche es ver la tele la familia pelotilla al completo, eso sí pelotita plácidamente dormida en brazos de mamá pelotilla. Cuando llega la hora nos vamos los tres a la cama y tan felices. A la mañana siguiente en cuanto mamá pelotilla se mete en la ducha, pelotita está en pie.

La primera mitad de la noche siempre es la mejor... No sé si es por qué estoy tan profundamente dormida que no me entero de si pelotita mama o no mama. Luego ya la cosa cambia y se despierta a cada rato buscando teta como poséida. Así que digamos que la segunda mitad es divertida. Las noches como hoy, auténticas toledanas, no se distigue entre primera mitad y segunda mitad, va todo en el mismo saco y, para mi desgracia, se parecen más a la segunda mitad de las noches normales de lo que me gustaría... Me despierto con el pecho casi vacío y me cuesta horrores sacarme la leche del biberón mañanero que pelotita toma cuando no estoy en casa.

Pues estas son mis noches toledanas, y llevo dos seguidas... ¿Habrá una tercera?


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