lunes, 21 de julio de 2014

Minivacaciones

Después de una semana de vacaciones hoy hemos vuelto a la realidad del día a día, que aunque no diría que es cruda, tampoco diría lo contrario.

Ha sido una semana muy intensa porque hemos ido viajando de una punta a otra de España. Ha sido un viaje precioso en todos los sentidos. Da gusto tener un país con tanta variedad cultural, culinaria, paisajística y folclórica. ¿No os parece? En tampoco tiempo hemos ido de sur a norte parando cada poco y probando de aquí y de allí. Haciéndose más latente esta diversidad y pudiendo disfrutar de la misma de una manera más corta pero más intensa si cabe. 

También ha sido toda una experiencia familiar, ya que era el primer viaje tan largo que hacíamos con pelotita, que he de decir que se ha portado como una auténtica campeona. Sé que llegarán los días en los que eche de menos las siestas de horas que se echa en el coche y en el que no se separe de la tablet durante todo el trayecto... Pelotita entra en el coche un poco reacia, la "engaño" con algún juguete que lleve tiempo sin ver y para cuando se quiere dar cuenta el coche está marcha y se le empiezan a ir los ojos hacia atrás en plan levitación. No falla, se queda frita. Lo malo, pues que los que no hemos podido echar ni una sola siesta hemos sido el resto de miembros de la familia pelotilla... Pero claro, ¡cómo se iba a querer dormir más rato la pobre! No la culpo la verdad, peor sería que pasara el viaje a disgusto, que no hay nada peor que ir en coche con un niño llorando al que no poder consolar... Yo he llegado a hacer auténticas labores de contorsionismo con el coche en marcha para poder pasarme al asiento de atrás y conseguir sacarme la teta para que se consuele con ella. Todo un panorama para el que lo vea desde fuera como os podéis imaginar...

El mejor descubrimiento para ella ha sido el agua del mar y eso que era agua del mar Cantábrico que caliente lo que se dice caliente no es... Pues estaba feliz, de mi mano intentando dar unos pasos gigantes (me imagino que por la sensación de ingravidez que provoca el agua por que otra explicación no encuentro para tan divertida estampa jaja).

El tema de los baños en el mar ha ido bien, pero el de los baños en bañera/lavabo/ducha ha sido una pesadilla como las que llevamos viviendo hace ya un tiempo. Con la diferencia de que era más necesario que nunca el baño por la cantidad de arena que pelotita llevaba pegada al cuerpo. En fin, que hemos hecho lo que hemos podido! Seguro que no nos iban a dar un premio a las más limpias...

Esta mañana la he vuelto a dejar en casa, con mi más profundo pesar y su más sentido llanto. Afortunadamente en un par de semanas tendremos tiempo para volver a repetir experiencia, esta vez de manera más estática y como dice papá pelotilla con rutina veraniega.

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