sábado, 23 de agosto de 2014

Y así es como ocurrió en realidad... (Parte III)

Tercera y última entrega de cómo transcurrió mi parto, capítulo Expulsivo.


Postura libre: como pasa en la Parte II, la epidural no me dio muchas opciones en este sentido. No se cerraba la puerta a la postura tumbada de lado, que según he conocido después, facilita las cosas en esta fase bastante más que la litotomía, que sólo se la facilita a los profesionales...

Maniobra de Kristerller: Sí señores, me llevé una maniobra de Kristeller como una casa... En el momento no me di cuenta, pero hubo un momento en el que la matrona me dijo, te voy a ayudar. Et voilà... Kristeller al canto.

Episiotomía: Cuando vi aparecer la tijerita casi me da algo... Recuerdo mirar a la matrona con ojos de corderito degollado y preguntar: ¿Es realmente necesario? Con un rotundo sí por respuesta... Me dijeron que habían sido sólo tres puntitos de nada... He tenido molestias hasta hace un par de meses y se me han pasado no de manera espontánea, si no acudiendo a una fisioterapeuta de suelo pélvico. Que cuando me vio la cicatriz me dijo que dudaba mucho que eso hubieran sido sólo tres puntitos y que vio que la rejita de nada encima estaba hecha en dos direcciones diferentes dependiendo del plano... Resultado, unos dolores terribles al tener relaciones.

Contacto piel con piel: esto sí que lo respetaron (más o menos porque se llevaron un minutillo a pelotita para el test de apgar y vitamina K).

Pinzamiento tardío del cordón: no lo recuerdo, la verdad... Pero no me suena que esperaran mucho en pinzar... Fueron más bien tirando a rápidos...

Creo que si no me hubieran puesto oxitocina, podría no haber recurrido a la epidural, si es que me hubieran ofrecido otro analgésico, claro... Sin epidural podría haber optado por una postura diferente a la hora del expulsivo y me podría haber ahorrado la episiotomía.

Como veis mi parto maravilloso, en cuanto a procedimientos fue en realidad un desastre que tuvo consecuencias unos meses después (dolor que no remitía con los meses). Durante un tiempo llegué a estar enfadada conmigo misma por haber permitido todo esto. Errores de primeriza que espero no volver a cometer... Hoy, ya recuperada gracias a mi fisio, puedo volver a recordar mi parto casi con la misma felicidad que en su día, sabiendo que no todo fue tan maravilloso e idílico como en su momento creí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario