domingo, 17 de agosto de 2014

Historia de un parto II

En el anterior post habíamos dejado a mamá pelotilla a punto de ingresar en La Paz por un inicio del trabajo de parto en que pelotita estaba un pelín estresada.

Nos pusieron en una habitación con dos camas y un par de sillones. Me enchufaron para seguir monitorizando el ritmo cardíaco de pelotita. Seguía bastante alto, así que por prueba-error encontramos la posición en la que ella parecía estar más cómoda. Cuando su ritmo se reguló un poco me dijeron que me desenchufaban que podía descansar en la postura que estuviera yo más cómoda. ¡Ja! Al poco de apagar la luz vino mi compi de habitación. Acompañada por marido y madre. A cuál más ruidoso... Marido se baja con su otro hijo, madre se queda con mi compi toda la noche. Un poco de cuchicheo entre nosotras para ponernos al día de nuestros historiales. Ella, rotura de bolsa, pero no terminaba de ponerse de parto... Estaba ya impaciente y no hacía más que decirles a las enfermeras que había roto ya aguas que para cuándo... jeje. No le quedaba ná... Pobre.

La madre no callaba ni debajo del agua. Intentamos dormir. Papá pelotilla parece que lo consigue en posición rara. Mamá pelotilla empieza a notar las contracciones. Intenta contarlas con una app en el móvil (debo ser palurda porque me sale un churro y dejo de contar).

La madre de mi compi le mete prisa al grito de:

  - Mira ella, con la bolsa intacta y ya tiene contracciones y todo ¿Tú para cuándo? - Señora, eso sí que es piscología y lo demás son tonterías...

No aguanto el dolor y me pongo de pie, parece que las contracciones las soporto mejor así...apoyada en la venta para que me dé fresquito cuando llega una. Papá pelotilla duerme un par de horitas.

A las 7, en una de mis visitas al baño veo que la sangre se ha vuelto un poco verde. Me vienen a la mente las clases pre-parto: Aguas sucias. Llamo a la enfermera y le cuento mis sospechas. Pasa de mi... Eso es la sangre. Gracias a mi cabezonería me gano un tacto. La enfermera confirma mi diagnóstico, he roto la bolsa y hay aguas sucias. Vamos que pelotita del estrés se ha he hecho caca dentro...

8:15 de la mañana. Dilatación: 1 cm. Madre mía, con lo que me duelen las contracciones ya... ¡Esto yo no lo aguanto sin epidural! No entraba en mis planes pero bueno... Papá pelotilla tenía orden de intentar disuadirme si pedía la epidural, pero llegado el momento no se atrevió. Me preguntó si estaba segura y le dije que más que nada en la vida... jeje.

Me despido de mi compi deseándonos lo mejor. Puedo notar en su cara la envidia y leo la decepción en la de su madre (qué prisas le estaban metiendo a la pobre). Entro en la sala de dilatación. Una sala preciosa. Se presenta mi matrona, que me avisa de que lo será sólo durante 15 minutos debido al cambio de turno. Pregunta por la epidural y le digo que sí. Me dice que si todo va bien, esa sala será también dónde de a luz a pelotita. Me gusta.

A las 9:30 me enchufan a la oxitocia. Pelotita está muy estresada y les preocupa. No me opongo.

Contracciones espantosas hasta que vienen a pincharme la epidural. Siempre he tenido mucho miedo de moverme en el momento del pinchazo, intento controlarme... Primer intento errado, segundo intento OK. Mmmm... Algo falla... Sólo noto dormido el lado derecho... Me dicen que si me pongo del otro lado la anestesia entra en el otro. No se equivocan.

Desde este punto (más o menos las 10:00, dilatación 2cm) es como si no estuviera de parto porque no me entero de nada... Dichosa epidural...

13:00 aprox. 8 centímetros. Vaya, sí que va rápido esto...

14:00 estoy completa. La llamada es a las matronas porque vomito. La matrona y su interna, me dicen aquello de "parto vomitado, parto terminado" (no tenía ni idea la verdad). Me dicen que ya tocan la oreja de pelotita ¡uf!¡qué nervios!.

  - ¿No has notado nada raro este rato?

  - Mmmm... Tengo ganas como de hacer caca.

  - ¡Bingo! Es casi la hora de empujar. Ve practicando unos cuantos pujos mientras tanto...

Dada la condición de la placenta y el estrés de pelotita, en este punto la sala empieza a llenarse... Aparece la gine joven de Historia de un parto I, un par de pediatras, no sé... tengo la sensación de estar en el camarote de los Hermanos Marx.

Las matronas me dicen que empuje con las contracciones, pero es que yo no las noto. Ellas entonces empiezan a avisarme de cuándo debo de empujar. Me siento muy rara... Yo empujando cuando me avisan, la gente y papá pelotilla animándome y diciéndome: más más que ya sale... Uf, es como una película en la que soy la protagonista inconsciente, ¡qué momento más surrealista! ¡Dichosa epidural! Después de 5/6 empujones sale pelotita (¡chúpate esa! matrona interna, ¿no decías que empujaba fatal?). La gine se va habiendo sido una mera espectadora y me felicita, le agradezco que haya confiado en mi capacidad natural de dar a luz...

Lloro de felicidad. Es tan pequeña y bonita y ¡cómo huele de bien! Me viene a la mente la canción del fallecido Antonio Flores, Alba. "Y no olvidaré, aquél olor a vida en tu piel. Nada más nacer" Cuánta razón, yo tampoco lo haré...

Después de llevarse un minuto a pelotita para el test de apgar, me la dejan y se engancha al pecho. La pobre venía con varias vueltas de cordón, normal que estuviera estresada. Me dicen que le han tenido que poner un pañal de inmediato porque no para de hacer caca. Me da la risa. Se vacía el camarote. Somos felices. La familia pelotilla se va completando.

Después de estar los tres solos durante dos horas que pasan tan rápido como dos minutos, nos suben a planta. ¡Premio! Habitación doble de uso individual, papá pelotilla tiene su propia cama (antes del parto estaba muy preocupado por eso... jajaja). Me sirven la merienda. ¡Qué hambre! Me siento estupenda. Como con fuerzas renovadas. Elimino la anestesia en seguida. Me siento poderosa. Descansada a pesar de llevar casi 48 horas sin dormir.

Y este es el relato de cómo viví el momento más importante de mi vida. Tu nacimiento pelotita. No fue hasta meses después cuando en mi mente se ensombreció un poco relato... Pero eso amigos, es otra historia.

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