miércoles, 23 de julio de 2014

Marchando una de equilibrios malabares vacacionales

Lo más raro de las vacaciones en familia es cómo a veces se vuelven tan complicadas de organizar... Y esto nos ha empezado a pasar desde que ha nacido pelotita. Antes de que naciera pelotita, nadie se molestaba si no ibas a pasar las vacaciones con él, cada uno hacía lo que le parecía, nos veíamos un par de veces y todos felices. Pero amigos, ese tipo de vacaciones tenían los días contados... Ahora somos super populares y todo el mundo quiere que pasemos las vacaciones con ellos. Por todo el mundo entiendo las respectivas familias políticas de papá pelotilla y mamá pelotilla claro está, que tampoco es que tengamos una it-girl por hija!

Cómo iba diciendo, el verano pasado nadie contaba con nosotros para sus vacaciones, pero la presencia de pelotita lo ha cambiado todo. Yo no es que esté en contra de las vacaciones en plan comuna hippie, me encanta que pelotita disfrute de la compañía de otros miembros del clan, pero el caso es que a mi también me apetece que la familia pelotilla disfrute de un periodo vacacional a su bola y en la intimidad familiar. Sí, ya sé lo que estaréis pensando... Acabamos de volver de de unas mini-vacaciones los tres solos... Pero es que esas no cuentan para mi propósito porque no han sido vacaciones rutinarias. Vamos que lo que quiero es estar sin hacer ni el huevo rodeada de pelotillas y vaguear y descansar lo que nos de la gana en un ámbito más íntimo y familiar. En resumen, que me da lo mismo no salir del hogar pelotilla a más de 1 km a la redonda, pero me apetece estar en recogimiento y con una rutina de esas tranquilas y apacibles como es la de despertarse, desayunar tranquilamente, vaguear un rato ya sea en la piscina o en casa, comer, echar la siesta, más piscina o césped, tomar algo en la terraza de casa o en una del barrio, etc. Como veis no pido mucho...

Que ¿qué nos impide llevar a cabo nuestros deseos? Pues que el resto del clan este año quiere disfrutar de la compañía de su nieta. Normal por otro lado... Pero es que nosotros también queremos disfrutar de esta compañía, que todos sabemos que en medio de la rutina laboral del resto del año no se disfruta de la misma manera, aunque sólo sea por el nivel de descanso y relajación que tiene una...

La solución: hacer malabares para conseguir tener un poco de todo e intentar tener más o menos contento a todo el mundo, teniendo en cuenta que hay miembros del clan más exigentes que otros, ¡claro está! Pero nuestras intenciones son buenas... Así que compaginaremos momentos de esparcimiento personal-familiar con momentos de comuna hippie. A ver qué tal sale el experimento... En cualquier caso, pase lo que pase, al final se traducirá en más experiencia para saber manejar las mismas circunstancias en años venideros... ¡Aquí el que no se consuela es por qué no quiere!


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