miércoles, 30 de julio de 2014

Dientes, dientes, que es lo que les jo**

Hasta los 9 meses no le empezaron a salir a pelotita sus primeros dientes. Empezó a emerger el incisivo derecho de abajo y al poco se animó el izquierdo. Desde entonces han ido a toda máquina y pelotita tiene ya la friolera de cinco dientes. Sí, ya sé que es normal, pero es que han ido taaan rápido que no deja de sorprenderme. Eso como el hecho de que una de las paletas de arriba, la izquierda siga dormida y sus compañeros de la lado ya se hayan espabilado. Miras a pelotita y da la sensación de que ya haya tenido la primera visita del Ratoncito Pérez.

La verdad es que pelotita está graciosísima con su dientitos. Parece que haya dejado de ser bebé y todo... Intenta morderlo todo. Me imagino que debe ser una experiencia tan novedosa para ella que debe estar flipando. Pobres pezones... Miedo me da... Recuerdo a una pelotita desdentada tirando de ellos con fuerza, Dios mío, como haga lo mismo con dientes ¡me muero!

Tengo una amiga que destetó a su hijo cuando le salieron los dientes, que fue tempranito, sobre los 6 meses, porque decía que era insufrible. Yo ni me lo había planteado hasta el otro día, que me desperté con herida y todo. Me acordé de los inicios de la lactancia en los que ni pelotita ni yo sabíamos bien cómo engancharnos... ¡Las grietas que tenía! Llegamos a incluso a ir a urgencias porque pelotita regurgitaba con un poco de sangre:

    Pringados primerizos, debieron pensar en La Paz...
    
    - Señora, ¿tiene usted alguna grieta por pequeña que le parezca? - Me redirigen a mi matrona para que nos enseñe bien el agarre, que allí son pediatras y de eso no enseñan (¿sabrán?).

Llamada al centro de salud. Hasta el lunes nada... Es viernes ¿qué pretenden que haga hasta entonces? Papá pelotilla va a la farmacia a por una pezonera para aliviar el dolor mientras tanto. La historia de las pezoneras es otra historia para no dormir que ya os contaré otro día...

La relación con mi matrona no es la mejor. Así que autodidacta y cabezota por naturaleza me documento en la red y en Un regalo para toda la vida. Después de mirar y mirar por todas partes y a base de prueba y error parece que el agarre mejora y que mis pezones consiguen un poco de tregua. Destierro de la pezonera y por fin bienvenida a la lactancia. Toda una experiencia que espero no olvidar para futuros vástagos pelotillas.

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